Soy un Ángel, te lo juro, ... |
Si nos fijamos en la definición de la palabra “ángel” y basándonos en que somos seres espirituales creados a imagen y semejanza de Dios, no cabe la menor duda de que somos ángeles humanos.
Aparte de las infinitas funciones que los ángeles desempeñan en la administración, gobierno y conservación de la creación divina, que se escapan a la naturaleza humana, un ángel es a grandes rasgos un mensajero, un guerrero, un defensor de Dios.
El ser humano es, en su esencia, espiritual, y si ese ser humano es además un mensajero de Dios porque predica su Palabra, quizás profetiza, lucha para Dios con amor contra toda energía negativa y defiende a Dios como si fuera su mejor Amigo, entonces tenemos un ángel humano.
Ángel Urbano, Ángel Mundano, Ángel Humano |
Por otro lado, tenemos la cuestión de las Alas del Ángel, que aunque muchos ángeles se representen con estas, otros muchos no. Las Alas pueden representar poderío, y otras cualidades y funciones, pero la principal es la acción de movimiento más rápida que el mismo pensamiento.
Quizás el ser humano no pueda dirigir energías a mayor velocidad que el pensamiento, pero si a la velocidad de estos. También, el ángel humano, con su alma o con su mente (si te es más fácil de entenderlo), puede volar, cruzar océanos y surcar cielos, planos, dimensiones, niveles del Universo a la velocidad que marque su consciente o subconsciente. Hecho que ocurre de forma consciente durante los viajes astrales, trabajos de sanación a distancia, etc., e inconsciente durante los sueños, trance de desencarnación física y estados alterados de conciencia y/o anímicos como los creados con técnicas de meditación, sanación, etc.
Así pues, todo ser humano, que trabaje para Dios, como todo aquél que se considere un sanador sincero, se puede considerar un ángel, y por lo tanto me atrevo a decir no solo que soy un ángel sino que tú también lo eres, te lo juro,...
Damián Alvarez