El Amor Propio y la Felicidad. Síntomas de un Plexo Solar Sano |
Una persona segura de sí misma no necesita vanagloriarse, no necesita poder, riquezas, gloria. Una persona con un Plexo Solar sano y fuerte sabe quien es y se siente satisfecha con ello, por lo tanto se ama y le da lo mismo si los demás la aman o no.
Las ansias de poder, gloria y riquezas de la humanidad se basan en la necesidad interior natural de ser amados por otros porque ni siquiera ellos mismos se aman.
Los seres humanos educados a sentirse como “algo” que no son, no creen que los podrán amar por lo que son y como necesitan ser amados, ya que ellos tampoco se aman, se crean una máscara inmensa, y piensan que cuanto más bonita sea la máscara, más posibilidades tienen de que los demás los amen.
La mayoría de las personas hasta se creen que son sus máscaras y las pueden defender hasta con su vida, otras son capaces de matar para conservar o aumentar sus máscaras.
Lo Único Importante en la Vida es el Amor |
Existe un refrán que dice: “dime de lo que alardeas y te diré lo que te falta”. Este refrán explica con pocas palabras la necesidad de las personas de demostrar que son lo que no son para intentar conseguir un poco de amor.
La persona segura de sí misma no mide sus triunfos en riquezas, poder o gloria, sino en la sabiduría interna de saber quien es, lo que conlleva a una seguridad interior plena.
Cuanto más necesidad tenga una persona de conseguir poder, gloria y riquezas, mayor es su necesidad de ser amada.
Realmente el poder, la gloria y la riqueza es solo un grito pidiendo amor: “Pero ¿no me ven, no ven todo lo que tengo, no ven lo poderoso que soy, no ven todo lo que he conseguido, porqué no me aman entonces, no se dan cuenta que lo necesito y me lo merezco?”
Sé tu mismo y no necesitarás Poder ni Gloria porque Serás Feliz |
Mantener las máscaras cuesta mucho tiempo, dinero y energía y nunca estarás seguro de si te quieren a ti o a tus máscaras.
Somos niños desde que nacemos hasta que morimos y solo necesitamos que nos amen, pero muchos pasan por la vida viviendo con miedo, destrozándose a sí mismos, a la humanidad y al planeta, alejándose de sí mismos de los demás y de Dios. Muriendo poco a poco cada día de forma absurda y patética.
Que fácil sería solo decir: “Ámame un poquito por favor, lo necesito, me siento tan solo, tan débil, tan pequeño, tan inseguro, tan acomplejado. Ámame un poquito por favor”.
...yo lo amaría...
Damián Alvarez