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| La Infidelidad, más que con el Cuerpo, se Comete con el Alma |
A través de la interacción y resonancia energética entre nuestras almas y la de nuestros hijos le transmitimos todo, pero todo. Nada se puede esconder detrás del alma. El alma nunca miente.
Un clásico que se escucha por parte de padres es "pero eso no lo vio él o ella nunca en casa", pero no hace falta ver para sentir. El alma siempre siente (y los niños son expertos en sentir), y como dicho anteriormente, educamos a nuestros hijos con nuestras energías que los impregnan y los moldean.
Por lo tanto, no es de extrañar, que la hija adolescente se enamoré del "tío" aquél, muy buen amigo de su madre. Sí, el "complejo de Edipo" también se sucede entre varias personas si la madre o padre del adolescente está enamorado de otro u otra que no sea su madre o padre.
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| El Chakra Sacro desequilibrado de Padres desequilibra el de sus Hijos |
También existen niños que se enamoran de sus "tías", y no es rebuscado. Cuando el niño o niña no tienen el chakra sacro desarrollado, pues sencillamente viven la vida a través de los sacros, de la sexualidad y creatividad de sus padres, deseando sexualmente a quienes sus progenitores desean y sintiéndose partícipes de los logros creativos de sus padres también.
La energía negativa que pudieran tener sus padres en sus chakras sacros afectaría a los sacros de sus hijos como cualquier otra energía negativa pudiera afectar al alma de los niños, ni más ni menos.
Pero lo anterior expuesto es si los padres de los niños tuvieran relaciones sexuales con otras personas a parte de sus padres o madres, aunque, y suele ser así, que ya sus padres no tienen sexo entre ellos desde hace mucho tiempo, y por esto, cometen "infidelidades", que energéticamente ya no serían tales porque el padre o la madre sigue teniendo sexo con solo una sola persona aunque no sean sus respectivos.
Damián Alvarez
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