Todos, absolutamente todos podemos sanar, todos somos sanadores potenciales. Todos podemos aprender a sanar, ya que todos tenemos ese Don, un regalo de Dios para la humanidad. Así podía decir Jesús: "Cosas mayores que yo aún harán ustedes"
Sanamos sin que nos demos cuenta de ello cuando acariciamos, abrazamos, ayudamos, alentamos o nos ocupamos de otra persona. También cuando reímos, jugamos y lloramos, ya que la Sanación es Amor, ya que la Sanación es la Vida.
La Sanación no es ponérle las manos encima a otra persona en una terapia, la Sanación es vivir sin miedo, osea con amor, en todos los aspectos de la Vida.
Cuando amamos nuestras energías se convierten automaticamente en energías sanadoras. Así pues si quieres sanar ama.
Nos enfermamos porque no nos amamos. Es igual de importante el amarse a uno mismo que amar al prójimo. Jesús decía: "Amen a los demás como (y también) a ustedes mismos".
Si nos amaramos y amaramos a los demás no enfermaríamos nunca y si todos los habitantes del planeta hicieran lo mismo desaparecería la enfermedad y la muerte.
Somos uno con Dios y con los demás y Dios es Amor. Si amo a Dios y a los demás también me amo a mi mismo. El Amor es la única energía sanadora. Si amo sano y todos tenemos el Don de Amar...
...y si puedes Amar puedes Sanar.